De todo corazón gracias por esta tremenda herramienta para la vida! He tenido la más grata compañía en este año y medio de pandemia; Rafa y su práctica de Chi-Kung se han convertido en mi herramienta para estar presente y alcanzar mayor equilibrio en mi vida; con movimientos suaves y con la claridad de que soy energía, cada mañana inicio mis días con esta meditación activa permitiendo que mi energía fluya , focalizando mi atención para apagar el piloto automático y alcanzar un mayor estado de consciencia, que me permite relacionarme mejor conmigo misma, con los demás y con el planeta.

Con gran humildad agradezco la oportunidad de compartir con ustedes, el privilegio que es y ha sido para mí, ser discípulo del Sifu Rafael Castro desde 2005. Desde cuando conocí al Sifu Rafael en su centro Mandala, encontré en el una persona amable y muy atenta a lo que yo decía, transmitiendo también una gran seguridad sobre el arte y filosofía que practicaba y enseñaba en ese momento, el cual era el Chi-Kung. Le dije que necesitaba poder quedarme dormido con facilidad y no requerir de esfuerzo

Soy empresario mexicano y padre de familia, ya 17 años casados y tengo el gusto de conocer al maestro Rafael Castro, una persona con un alto nivel de energía. Desde que yo lo conocí me proyectó, me emanó esa energía y conforme me fui entrenando y tomando cursos con él, pues fui descubriendo el gran ser espiritual que es Rafael.

“Conocí a Yolanda por búsquedas compartidas pero descubrí que fue de esas personas trascendentes que hicieron total diferencia en mi vida” “Desde hace 20 años o más conozco a Yolanda, en mis grandes crisis fue quien estuvo a mi lado con sabiduría y amor ayudandome a gestar mis cambios”

Gentil siempre con sus consejos y ayudas generosas que me significan alegría y un estar presente en la vida. Hay mas en Rafael de lo que el mismo presiente

Rafael Castro fué mi coach en Origen , una persona a la que le debo un montón. Logró conectar conmigo de una manera increíble, todavía trabajamos juntos haciendo lucuras. Gracias Rafa porque lograste conectar con las debilidades que tenía y que todavía tengo, pero gracias porque lograste generar el mi esa motivación para seguir adelante, confiar en mí misma y reconciliarme con todo el proceso que he tenido a lo largo de mi vida. Entonces gracias Rafa por ayudarme.

El proceso con Rafael transformador. Llegué con dos retos concretos que quería superar, uno con más tinte profesional y otro más personal. Para ambos casos, Rafael me brindó perspectiva, recomendaciones precisas y herramientas. Estoy agradecido con la vida por haberme hecho encontrar con una persona con tanta sabiduría y experiencia por compartir.

Practicar Chi kung Shaolin ha sido una experiencia muy enriquecedora. Me ha enseñado innumerables lecciones y ha traído múltiples beneficios a mi bienestar general. Las técnicas enseñadas y los movimientos suaves me han ayudado a centrarme y a mantener la calma en situaciones difíciles. La práctica regular ha fortalecido mi cuerpo, mejorado mi flexibilidad, mejorado mi capacidad de enfoque, mi concentración mental y aumentado mi energía. La oportunidad de aprender Chi Kung Shaolin con el Sifu Rafael Castro ha sido invaluable. Su profunda comprensión del arte y su habilidad para transmitir sus conocimientos de manera clara y comprensible me han permitido avanzar rápidamente en mi práctica. Si tienes la oportunidad de aprender con él, no la dejes pasar. La sabiduría y la guía de un maestro experimentado pueden hacer una gran diferencia en tu viaje de autodescubrimiento y bienestar. Practicar Chi Kung no solo transforma tu cuerpo, sino también tu mente y espíritu, llevándote a un estado de equilibrio y armonía que es fundamental en nuestra ajetreada vida moderna.

Rafael es un maestro con grandes maestros. Su práctica, fruto del sincretismo de sabidurías ancestrales y sagradas, dibuja un camino con grandes oportunidades para la transformación del individuo. Los cinco pilares sobre los que su ejercicio se fundamenta, establecen una plataforma nueva, desde la cual, mente, cuerpo y espíritu, se sincronizan en un propósito específico . La buena vibra de su presencia y el impacto de sus enseñanzas en mi vida, son un regalo del que he disfrutado por años y que agradezco al universo.

Mi búsqueda espiritual se remonta casi 30 años atrás.Siendo psicóloga ví en la Psicología Transpersonal una respuesta. Ahí encontré dos tesoros: la meditación y la conciencia corporal unidos al profundo conocimiento que tiene la tradición budista sobre la mente y la consciencia. En el 2019 sentí la necesidad de entender vivencialmente el nivel más sútil de mi cuerpo: la energía vital. Así llegué al Chi-Kung a través de Rafael Castro. La práctica de Chi-Kung me ha revelado planteamientos trascendentales. Había leído sobre ellos, pero no los había vivido con tal nitidez. El más importante ha sido el vacío, en lenguaje budista el shunyata. Si bien me aproximé a este gracias a la meditación por años, me impactó el efecto “turbo” que el Chi-Kung tuvo en mi. Conocer el concepto y “saborearlo” son dos dimensiones diferentes. He podido tener la vivencia del vacío. En este todo está interrelacionado, todo es una continuidad. No hay tal separación entre el adentro y el afuera. Que fortuna saborear esa realidad. La guía de Rafael es definitiva para que esto suceda. Su invitación a mantener la atención en el movimiento, en la respiración, en la visualización o en otros elementos de la práctica llega a una cima donde la conexión con el todo emerge como experiencia real.

Hace veinticinco años que conoci al Sifu Rafael, cuando recibí mi primera sesión de Chi-Kung con él en su centro de crecimiento personal holístico, Mandala, en Bogotá y en donde seguí practicando por cerca de cinco años seguidos. Desde ese entonces he sido siempre su amigo y discípulo, siguiendo su crecimiento y éxito en el arte del Chi-Kung y del desarrollo espiritual, a través del cual me ha guiado y compartido su sabiduría. El Sifu Rafael, es un ser de gran corazón y sabiduría, con dones maravillosos de transmitir paz y serenidad. Siempre estaré profundamente agradecido al Sifu y deseo que llegue mucho más lejos de lo que suena en su camino a la iluminación.

Amithaba ha sido una gran oportunidad para conectar al equipo de líderes de Enel con la importancia del propio cuidado de su bienestar para poder cuidar a otros en el entorno laboral. Entendiendo el cuidado desde una mirada más amplia, que involucra varias dimensiones, como son la física, emocional, espiritual etc. Aterrizadas a un entorno corporativo con herramientas muy poderosas para navegar en ambientes laborales de cambios constantes, de alta conectividad y que exigen un nivel muy alto de resiliencia. Amithaba fue una oportunidad de repensarnos como líderes de una forma innovadora, complementaria a lo que veníamos haciendo y trascendente a todas nuestras dimensiones personales.