Cuando tenemos plenamente desarrollado este poder es porque hemos purificado todas nuestras negatividades relacionadas con la arrogancia, el orgullo y la avaricia.
Podemos relacionarnos ecuánimemente con las personas y el mundo con humildad y generosidad material.
Somos capaces de dar amor, protección y de compartir el conocimiento.
Nuestra atención y presencia plena es total.
Podemos distinguir las diferencias sin perjuicio y discriminación.
Nuestra sensibilidad es equilibrada.
Sana todas las debilidades relacionadas con el estómago, en riñones, de vejiga, el bazo, retención de líquidos, problemas cutáneos, de articulaciones, infecciones generalizadas, tumores y bloqueos sin inflamación.