Cuando este poder esta plenamente realizado nos hemos liberado de las visiones erróneas de la realidad y hemos alcanzado la liberación del sufrimiento.
Habremos desarrollado la intuición (sabiduría del corazón).
Purificado el odio, la aversión, la impaciencia y nuestra inestabilidad interna.
Nuestro corazón estará lleno de compasión, amor, paciencia estabilidad y gozo espontáneo.
Sana los desequilibrios mentales, el nerviosismo y la ansiedad, el pánico, manías, enfado, estrés, tensión, histeria, hipertensión, anginas, desórdenes en el sistema circulatorio y nervioso, desórdenes hepáticos, vesiculares, de corazón, intestinales, de duodeno, ictericia, hepatitis y artritis reumatoide, desórdenes en el plasma sanguíneo, en el suero, en válvulas sanguíneas, retención de líquidos, sudoración excesiva e infecciones en general .