Cuando este poder está plenamente desarrollado, nuestra mente se comporta como un espejo que puede reflejarlo todo en plenitud:
Somos amplios y extensos en nuestras visiones.
Experimentamos alegría plena por el mero hecho de Ser y estar vivos.
Nuestros sentidos están abiertos a la experimentación, nuestra mente está siempre abierta a nuevas experiencias y pensamientos.
Experimentamos paz y calma interna.
Nos hemos liberado de la ignorancia.
El Poder de la Apertura sana nuestra confusión mental, estupidez, cerrazón mental, torpeza, así como los problemas glandulares y linfáticos, las enfermedades pulmonares, renales, sanguíneas y de vesícula seminal, la infertilidad, problemas cutáneos, problemas digestivos, musculares, de médula ósea, del cerebro e infecciones en general.